Tipos de turismo: clasificaciones, modalidades y ejemplos clave

Última actualización: noviembre 4, 2025
  • El turismo se clasifica por motivación, tamaño del grupo y alcance geográfico con definiciones claras sobre turista, interno, emisor y receptor.
  • Las modalidades principales abarcan sol y playa, cultural, naturaleza, salud, negocios, deporte, educación, urbano, montaña y turismo costero o marítimo.
  • Existen tendencias y nichos como gastronómico, religioso, screen tourism, accesible, slow o astroturismo, además de etiquetas emergentes muy específicas.

Tipos de turismo

En una de las citas más influyentes del sector, Fitur, que tiene lugar en IFEMA MADRID, se dan la mano profesionales de todo el mundo para presentar novedades y tomar el pulso a las tendencias. De ese hervidero de ideas y productos emerge una pregunta inevitable: ¿cuántas formas de viajar existen y cómo se ordenan?

Antes de entrar en materia, conviene fijar la base: se considera turismo a todo desplazamiento en el que la persona permanece al menos 24 horas fuera de su lugar habitual de residencia. A partir de ahí, el abanico es inmenso y se puede clasificar por la motivación del viaje (ocio, negocios, salud y más), por el tamaño del grupo (en solitario, pareja, familia o amigos) y por el alcance geográfico (interno, nacional, emisor, receptor e internacional).

¿Qué es el turismo y cómo se organiza su clasificación?

El turismo es una actividad económica y social que abarca sectores como transporte, hostelería, restauración, ocio y cultura; todos ellos vinculados de manera directa o indirecta al desplazamiento de visitantes. Esta amplitud explica por qué existen tantas tipologías: no hay una lista cerrada, pero sí categorías principales y definiciones ampliamente aceptadas por organismos internacionales.

Por motivación, el viaje puede ser de placer, profesional, educativo, de salud o de naturaleza, entre otros. Por tamaño del grupo, hablamos de turismo individual, en pareja, familiar o en grupos organizados. Y según el ámbito, se distinguen turismo interno (dentro del país de residencia), nacional (interno + emisor), receptor (cuando llegan no residentes), emisor (cuando los residentes salen al extranjero) e internacional (suma de receptor y emisor).

También existen definiciones formales que conviene recordar: un visitante pasa a ser turista cuando pernocta; si no lo hace, se le considera excursionista o visitante del día. Además, hay modalidades que se apoyan en contextos específicos, como el turismo urbano, de montaña o costero, cada uno con atributos ambientales y sociales distintos.

Más allá de lo conceptual, el turismo impacta en empleo, inversión y desarrollo local, por lo que entender sus clases ayuda a planificar destinos, crear productos y mejorar la experiencia del viajero. Elegir bien la etiqueta no es un formalismo: condiciona servicios, marketing, sostenibilidad y el éxito del viaje.

Clasificación del turismo

Tipos de turismo por motivación del viaje

Turismo de sol y playa

La imagen clásica del descanso: mar, arena y clima amable. Es quizá la modalidad más popular y el paradigma del turismo de masas, especialmente en temporadas altas. En muchos casos se opta por hoteles de lujo o resorts con paquetes todo incluido, que reducen preocupaciones y centralizan servicios.

Esta intensidad puede tensionar la capacidad de carga de los destinos costeros si no se gestiona con criterios de sostenibilidad. A cambio, su efecto tractor es innegable: activa transporte, excursiones, comercio y restauración, y se extiende incluso a meses invernales para viajeros de climas fríos que buscan temperaturas suaves en playas paradisíacas.

Turismo cultural

Viajar para aprender, descubrir patrimonio, disfrutar de museos y artes escénicas, explorar gastronomía e industrias creativas. Esta categoría engloba subtipos muy relevantes: el turismo religioso (peregrinaciones a lugares de culto) y el gastronómico (saborear productos locales, asistir a festivales culinarios o hacer catas y clases de cocina).

Dentro del turismo cultural caben segmentos como el histórico, el artístico o el festivo. Cada uno enfoca su mirada: monumentos emblemáticos y sitios arqueológicos, galerías y talleres, o grandes celebraciones que marcan la identidad local. Para muchos viajeros con inquietudes educativas, esta experiencia es un must durante todo el año.

Turismo de naturaleza

Abarca propuestas cuyo motor es la conexión con entornos naturales. Suele dividirse en tres grandes ramas: ecoturismo (apreciación y conocimiento de la naturaleza en áreas protegidas), turismo de aventura (actividades con esfuerzo físico o mental y cierto riesgo, real o percibido) y turismo rural (convivencia con comunidades locales y sus formas de vida).

Actividades frecuentes son el senderismo, montañismo, escalada, puenting, rafting, kayak, barranquismo, BTT o buceo, entre otras. Sea al aire libre o en espacios habilitados, su esencia es combinar reto, cultura y cercanía con el medio.

Turismo de salud

Incluye dos ramas principales. Por un lado, el turismo médico, ligado a diagnósticos, cirugías, tratamientos y rehabilitación basados en evidencia. Por otro, el turismo de bienestar, orientado a prevenir y mejorar hábitos con actividad física, alimentación saludable, relajación, autocuidado y terapias no invasivas.

Las motivaciones suelen mezclar calidad, especialización y costes. Muchas personas viajan para encontrar clínicas, balnearios o centros de rehabilitación que encajen con sus necesidades y expectativas.

Turismo de negocios (reuniones, incentivos, congresos y ferias)

Viajes con fin profesional para asistir a reuniones, incentivos, congresos y ferias; un ámbito conocido como industria de reuniones o MICE. Los destinos preferidos suelen ser grandes capitales y ciudades con excelentes infraestructuras: recintos feriales, palacios de congresos, conectividad y servicios premium.

El perfil del viajero de negocios suele tener un alto poder adquisitivo. No es raro combinar la agenda profesional con ocio, gastronomía o visitas culturales durante el mismo viaje.

Turismo deportivo

Puede vivirse como espectador de grandes eventos o como participante activo. Desde maratones y triatlones hasta competiciones locales, esta modalidad mueve aficiones, genera viajes de temporada y activa servicios especializados: logística, material técnico, fisioterapia, guías y más.

Turismo educativo

El aprendizaje como motor del viaje: estudios académicos, cursos de idiomas, estancias escolares, formación profesional, entrenamiento deportivo o vacaciones para desarrollar habilidades. Es un espectro amplio, muy atractivo para quienes buscan crecer personal e intelectualmente.

Turismo urbano

Se desarrolla en ciudades y aprovecha su abanico de cultura, arquitectura, tecnología, compras, ocio y negocios. Las urbes son nodos de transporte y servicios no agrícolas donde convergen experiencias muy heterogéneas para el tiempo libre y la actividad profesional.

Turismo de montaña

Tiene lugar en espacios definidos por colinas y montañas, con paisajes, clima y biodiversidad singulares. Va desde rutas y deportes al aire libre hasta propuestas de nieve, bienestar en altura y turismo rural de interior, siempre con atención a la fragilidad del entorno.

Turismo costero, marítimo y de aguas interiores

El turismo costero se apoya en la franja terrestre junto al mar, lagos o ríos (baño, sol, surf y ocio de playa); el marítimo se desarrolla en el mar (cruceros, navegación y deportes náuticos), y el de aguas interiores se centra en lagos, ríos o manantiales dentro de tierra firme, con sus propias infraestructuras y servicios.

Modalidades de turismo

Tipos según perfil del viajero y tamaño del grupo

Turismo familiar

Se realiza en familia y busca ocio para todas las edades, con destinos que faciliten estancias cómodas y seguras. No solo activa alojamiento y restauración; también entradas a parques temáticos y espectáculos, lo que dinamiza la economía local y el sector cultural.

Turismo individual

Para quienes disfrutan viajando solos, organizando su itinerario y contratando servicios sin intermediación. A veces comparten parte del viaje con otra persona, pero la esencia es la autonomía total en la planificación. Suele confluir con modalidades como el urbano, el cultural o el de naturaleza.

Turismo LGBT

Más que un tipo, es una forma de viajar de una comunidad que demanda destinos seguros, amables y sin discriminación. Se valora la existencia de espacios inclusivos, servicios especializados y una oferta cultural y de ocio acorde. Es un segmento en crecimiento con fuerte impacto económico.

Turismo social, solidario y justo

Engloba propuestas que buscan inclusión, accesibilidad y justicia social, ya sea favoreciendo el acceso al viaje de colectivos con menos recursos, apoyando proyectos comunitarios o garantizando prácticas de comercio y turismo responsables con el entorno humano y ambiental.

Tendencias y modalidades emergentes y especializadas

Además de las categorías principales, han surgido etiquetas que agrupan intereses específicos, estilos de vida o pasiones. No todas son oficiales, pero ayudan a entender la diversidad de experiencias que hoy buscan los viajeros y el mercado. Esta es una panorámica de modalidades ampliamente mencionadas: turismo espacial, negro, rojo, gastronómico, espiritual, accesible, de experiencias, geoturismo, reproductivo, slow, funerario, hipster, virtual, no convencionales, esotérico, ufológico, paranormal, necroturismo, azul, idiomático, screen tourism o cinematográfico, astroturismo, narcoturismo, arqueológico, justo, religioso, médico, de masas, psicoterapéutico, transformador, social, solidario, de sueño o de almohada, de ratas, dental y experiencial.

  • Turismo espacial: viajes comerciales fuera de la atmósfera; aún incipientes y de alto coste.
  • Turismo negro: visitas a lugares vinculados a tragedias; exige sensibilidad y enfoque ético.
  • Turismo rojo: interés por sitios asociados a ideologías y procesos políticos históricos.
  • Gastronómico: foco en sabores locales, productores, mercados, catas y clases de cocina.
  • Espiritual: retiros y prácticas que buscan conexión interior y crecimiento personal.
  • Accesible: productos y servicios adaptados para personas con discapacidad o movilidad reducida.
  • De experiencias: personalización y vivencias únicas más allá del simple traslado.
  • Geoturismo: disfrute de paisajes geológicos y conservación de geoparques.
  • Reproductivo: desplazamiento para procedimientos de fertilidad y maternidad subrogada donde sea legal.
  • Slow: viajar sin prisa, con inmersión local y bajas emisiones.
  • Funerario y necroturismo: cementerios y rituales mortuorios como patrimonio y memoria.
  • Hipster: barrios creativos, locales con identidad indie y cultura alternativa.
  • Virtual: visitas digitales inmersivas con tecnologías extendidas.
  • No convencionales, esotérico, ufológico y paranormal: intereses temáticos muy de nicho.
  • Azul: enfoque en ecosistemas marinos y su conservación.
  • Idiomático: aprender un idioma en su contexto cultural.
  • Screen tourism o cinematográfico: escenarios de rodajes y localizaciones icónicas.
  • Astroturismo: observación del cielo nocturno en destinos con baja contaminación lumínica.
  • Narcoturismo: rutas vinculadas al fenómeno del narcotráfico, controvertidas y delicadas.
  • Arqueológico: yacimientos, excavaciones y centros de interpretación del pasado.
  • Justo: principios de comercio y turismo equitativos para comunidades anfitrionas.
  • Religioso: peregrinaciones, santuarios y celebraciones de fe.
  • Médico: diagnósticos y tratamientos en clínicas especializadas fuera del país de residencia.
  • De masas: grandes flujos que requieren planificación y gestión del impacto.
  • Psicoterapéutico y transformador: viajes con propósito de desarrollo emocional y vital.
  • Social y solidario: apoyo a proyectos con impacto en la comunidad local.
  • De sueño o de almohada: experiencias diseñadas para mejorar el descanso.
  • De ratas: visitas a lugares donde se muestran problemas urbanos para generar conciencia, expresión polémica que exige mucha ética.
  • Dental: tratamientos odontológicos en destinos competitivos en precio y calidad.
  • Experiencial: inmersión en oficios, tradiciones y vida cotidiana de los habitantes.

Este mosaico de etiquetas es útil para crear productos de nicho y entender preferencias; sin embargo, conviene integrarlas bajo clasificaciones sólidas por motivación, perfil y territorio para facilitar la planificación y la gestión responsable.

Conceptos y definiciones clave (referencias internacionales)

Para hablar el mismo idioma entre profesionales y destinos, se emplean definiciones consolidadas que precisan qué es cada cosa. A continuación, un compendio útil con base en marcos técnicos y terminología ampliamente aceptada en el sector turístico y estadístico para medir y comparar correctamente:

  • Turista: visitante que pernocta; si no lo hace, es visitante del día o excursionista.
  • Turismo: actividad general de los visitantes, sea por ocio o por otros motivos legítimos.
  • Turismo de aventura: experiencias que combinan actividad física, intercambio cultural y cercanía a la naturaleza, con riesgo real o percibido.
  • Turismo de bienestar: actividades preventivas y proactivas para equilibrar dimensiones física, mental, emocional, ocupacional, intelectual y espiritual.
  • Turismo médico: uso de servicios con base empírica para diagnóstico, tratamiento, cura, prevención y rehabilitación.
  • Turismo de salud: paraguas que integra bienestar y médico, con foco en mejorar capacidades y calidad de vida.
  • Turismo cultural: motivación esencial de aprender, descubrir y vivir productos y atractivos culturales materiales e inmateriales.
  • Turismo deportivo: viaje para asistir o participar en eventos y actividades de naturaleza competitiva.
  • Turismo educativo: participación en experiencias de aprendizaje, mejora personal y adquisición de habilidades.
  • Turismo urbano: se desarrolla en ciudades con economías no agrícolas y oferta amplia de ocio y negocios.
  • Turismo rural: experiencias vinculadas a paisajes agrarios, baja densidad de población y formas de vida tradicionales.
  • Turismo de montaña: en espacios con topografías escarpadas, biodiversidad y clima propios.
  • Turismo costero, marítimo y de aguas interiores: actividades en costa, en el mar o en lagos y ríos, con servicios e infraestructuras asociadas.
  • Turismo de negocios (industria de reuniones): viajes profesionales para reuniones, incentivos, congresos y ferias; puede combinarse con ocio.
  • Turismo interno: actividades de visitantes residentes dentro del país de referencia.
  • Turismo receptor: actividades de visitantes no residentes dentro del país de referencia.
  • Turismo emisor: actividades de visitantes residentes fuera del país de referencia.
  • Turismo interior: suma de interno y receptor (lo que ocurre dentro del país, lo realicen residentes o no).
  • Turismo internacional: suma de receptor y emisor (lo que cruza fronteras en ambas direcciones).

Notas metodológicas: el territorio económico es la referencia geográfica para mediciones estadísticas; las transferencias en especie incluyen bienes y servicios de salud y educación que reciben los hogares a través de sistemas públicos o entidades sin fines de lucro; y en el mercado laboral, los trabajadores independientes con asalariados se clasifican como empleadores, mientras que quienes no tienen empleados se consideran trabajadores por cuenta propia.

Destinos y ejemplos destacados

En España, el turismo de sol y playa brilla en las costas de Andalucía, Baleares y Canarias, destinos icónicos para descansar y practicar actividades acuáticas. En el plano internacional, el Caribe y Tailandia son referentes por su clima, naturaleza y oferta hotelera variada.

Para el turismo cultural, ciudades como Mérida, Barcelona, Sevilla o Granada exhiben un patrimonio extraordinario que incluye teatros romanos, arquitectura modernista, palacios y barrios históricos. En el mundo, Roma, París o Kioto son epicentros donde la historia y las artes dialogan con la vida cotidiana.

En clave de artes escénicas y entretenimiento, ciudades como Nueva York o Los Ángeles suman teatros, musicales y grandes conciertos. La cultura popular también vibra en festivales musicales de proyección global, como Tomorrowland o Coachella, que atraen a miles de visitantes.

En el turismo religioso, destinos como el Vaticano o Santiago de Compostela lideran peregrinaciones, mientras que Egipto e India condensan herencias milenarias que fascinan por su espiritualidad y legado. México, por su parte, aparece como punto fuerte tanto en cultura como en sol y playa, con propuestas para todos los gustos.

En el ámbito del turismo de negocios, las grandes capitales concentran ferias, congresos y reuniones. Este viajero suele tener alto gasto, exige conectividad y servicios premium y, siempre que puede, alarga estancias mixtas combinando trabajo y ocio.

Viajar es una de las experiencias más gratificantes y, a la vez, un motor económico y social de primer orden. Sea en familia, en solitario, por cultura, naturaleza, salud o trabajo, comprender las tipologías de turismo, sus definiciones y tendencias permite construir itinerarios más conscientes y sostenibles, a la vez que ayuda a destinos y empresas a diseñar servicios ajustados a lo que la gente realmente busca cuando hace la maleta.

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